domingo, 6 de febrero de 2011

NO PODRÁS MORIR


LILIA MARQUEZ BALDERAS

> Un poco más de cuarenta y cinco años dedicada a la docencia. En 1962 se inició como maestra de Secundaria, en 1971 formó parte de la generación que dio vida al Colegio de Ciencias y Humanidades, CCH, de la UNAM y en 1973 fue fundadora del Colegio de Bachilleres en el plantel 5, “Satélite”; posteriormente dio clases en el plantel 10, “Aeropuerto” y fue Asesora de Contenido en el Sistema de Enseñanza Abierto y a Distancia, SEAD; en el Centro de Estudios 3, “Iztacalco”, siempre en la Academia de Literatura, su gran pasión, que junto con el montañismo en su juventud y el Cine, en los últimos años de su vida, fueron sus grandes amores. En 1986 llegó a las Oficinas Generales de Bachilleres con la función de organizar juntas de trabajo con los 20 Jefes de Materia de igual núm. De planteles, en el área de Lectura y Redacción, Literatura y Taller de Análisis de la Comunicación, para revisar Planes y Programas de Estudio de estas
> signaturas y acordar actividades a realizar por los profesores con sus alumnos en plantel. Tuvo como idea, invitar a un escritor para propiciar un diálogo con jefes de materia.
> Lilia Márquez Balderas, hizo una primera invitación, al poeta José Joaquín Blanco, quien vino a disertar, respecto de técnicas de enseñanza-aprendizaje en Textos literarios; el siguiente mes, Juan Villoro acudió a charlar en torno a los Textos periodísticos y, en la tercer junta, con esta innovación, Horacio Quiroga habló de Textos científicos. Continuaron Fernando Solana Olivares, Álvaro Mutis, Lucero Balcázar, Dolores Castro, Ángeles Mastretta, Ricardo Garibay, Fernando Benítez... y se convirtió en pasión cuando invitó a los escritores a charlar con los jóvenes estudiantes en cada uno de los veinte planteles del Colegio de Bachilleres: Emiliano Pérez Cruz, Silvia Tomasa Rivera, Verónica Volkow, Efraín Bartolomé, Kira Galván... Compraba un libro para cada jefe de materia, otro para ella y uno más para el director del plantel visitado; 22 ejemplares en total, de su propio bolsillo.
> El 8 de diciembre de 1994 se cumplió un primer ciclo: las primeras cien conferencias, que recibió el título de “Cien, por cierto”; el Centro de Estudio 3, “Iztacalco” fue la sede de la ponencia “Poesía y poética de fin de siglo”, a cargo del Premio Cervantes 2010, José Emilio Pacheco.
> Como cascada, siguieron Jorge Ayala Blanco, Naief Yehya, Oscar Wong, Gloria Gervitz, Felipe Garrido, Alejandro Rossi, Carlos Monsiváis, Tito Monterroso, Otto Raúl González, Jimmy Fortson (de quien, a sugerencia de José Lira, adoptó el nombre Conversaciones para la inteligencia para el encuentro de novelistas, dramaturgos, periodistas, pintores, epigramistas, actores, con los estudiantes de Bachilleres).
> Lilia Márquez fue acumulando sobrenombres: maestra de los papelitos (siempre andaba con hojas por fotocopiar algún poema, artículo o pequeño texto del próximo autor invitado; el teléfono anotado para confirmar o solicitar la cita), hada madrina de los escritores la nombró el narrador Guillermo Samperio en carta pública que envió a la comunidad de Bachilleres; guerrillera de los libros la llamó Rafael Ramírez Heredia, en el núm. 2474 de la revista “Siempre” del 16 de noviembre de 2000, mismo año en que Hugo Rascón Banda, como presidente de la Sociedad General de Escritores de México, SOGEM, le hizo un reconocimiento público y entrega de un Diploma por esta importante labor de difusión literaria.
> En 2009 la escritora catalana Blanca Martínez, subió a la Red la historia, hasta entonces inconclusa, de la maestra Lilia Márquez a quien sólo la detuvo la propia vida, falleció en su casa, rodeada de libros, después de tres años de enfermedad. Todo su acervo literario: más de mil libros; muchos, firmados por sus autores y una cantidad adicional de pequeñas obras, como un poema inédito, un dibujo, un comentario que el conferencista en turno estampaba en una libreta que la maestra dispuso para ese particular fin, no sabemos que destino tendrá. En 2008 la maestra dirigió un Oficio a Bachilleres, donde ofreció donar este acervo que no se concretó. Sus sobrinos y un grupo de amigos, platicamos el día del funeral respecto de las siguientes opciones: ofrecerlos en donación a la UNAM, o una biblioteca pública, alguna Casa de la Cultura delegacional; trasladarlos a su lugar de origen para establecer una Sala de Lectura Pública que lleve el
> nombre de la maestra Lilia Márquez Balderas.
> También, producto de 24 años de Conferencias, con aproximadamente mil quinientos exponentes, entre poetas, dramaturgos, periodistas, narradores...fue acopiando anécdotas de escritores que bien merecerían ser compiladas en un libro que destaque esta labor en pro de la difusión cultural.
> En 1998 Hugo Gutiérrez Vega, actual Director de la "Jornada Semanal", enterado del trabajo de la maestra Lilia, comentó que en todo el Mundo no había un caso similar, y recordó que en la década de los cincuentas, Ernest Hemingway inició un ciclo de conferencias, en barrios, locales sindicales, en Estados Unidos, que apenas sobrepasaron las cincuenta.
> En otra ocasión, el maestro José Emilio Pacheco, también elogió su labor, recordando que en la antigua URSS, Ievgueni, Evtuchenko junto con otros poetas y escritores soviéticos, también iniciaron algo similar y tampoco superaron la anterior cifra, por lo que esa labor de la maestra Lilia no sólo es inédita, sino que merece ser dada a conocer colectivamente.

Juan Villeda Hidalgo.

Juan Villeda Hidalgo. Reportero y fotógrafo en el Sistema de Enseñanza Abierta del Colegio de Bachilleres; Lucero, como usted sabe, desde 1988 retrato escritores y personajes de la Cultura Latinoamericana y he expuesto en el propio Bachilleres, en la Salle campus Pachuca y Cd. de México y en abril-mayo de 2010, en la Embajada de Cuba en México.

Trabajo Bachilleres: 56 24 41 86 y 87