domingo, 11 de noviembre de 2007

¿Y DESPUÉS DE JACKY IDO QUÉ?

Hermosísimo actor africano.
Imponente sol negro del séptimo arte
este es tu retrato hablado
porque
Tú no tienes boca
sino una fruta carnosa
que con cada estación
cambia de sabor
y
tus ojos no son ojos
sino abismos
para ir a perderse un domingo
y
tu oído no es oído
sino un caracol
un canto
un llamado
que entra a mi caracol
y
el órgano más grande de tu cuerpo:
tu piel
no es piel
sino un chocolate para lamer.

Mis manos de escritora
mis piernas mexicanas y chilangas
que han vivido entre libros
habían olvidado estremecerse
y tú
con esa belleza exótica
y tu alma roja
lo logras,
desempolvas mi edad de verano
desanudas mis trenzas
y traes al viento y sus caballos
para correr por mis cabellos
sus
tus belfos
llegan a mi nariz.

Tu imagen perturbadora en la pantalla
invita a escribir,
a soñar.
Los deseos se me notan hasta encima de la ropa.
Cuánto sentido adquiriría mi nombre
en la noche de tu piel.
Estrella vestida de terciopelo ¡Body Paint!
Ven a pintar mi palidez con tus dedos...
Mientras el tam-tam
de los tambores brota de ti
para inquietarme
grafo tu cuerpo perfecto y...
y
Tus manos no son manos
sino cuevas
donde hay que ir a acampar.

¿De qué cuadro?
¿De qué escultura?
¿De qué cuento?
¿De qué poema escapaste
hermosísimo fauno africano
llamado Jacky Ido?

¡Ah!
Y si creías que maquillada de falsa hipocresía
iba a firmar este retrato
sin esbozar
sin describir
la promesa de tu falo.
Tienes razón
prefiero imaginarlo
iluminando la soledad de mi cuarto
y aspirar su olor
antes de saborearlo.

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